“No es lo que usted hace como cristiano lo que determina quién es usted; quien usted es determina lo que hace.” — Neil T. Anderson.
El Espíritu Santo es la provisión de Dios para vivir una vida sobrenatural y para darnos el poder de ser sus testigos. En la medida en que rendimos nuestra voluntad a Dios y confiamos en Él para llenarnos de Su Espíritu, experimentamos una intimidad cada vez más profunda con Dios y experimentamos una vida cristiana fructífera momento a momento.
En nuestra sociedad se vive a una velocidad que continúa acelerando, las ocupaciones parecen estar siempre presentes. Como alguien ha dicho, “Nuestra cultura anima a los individuos a buscar el balance en sus vidas, sin embargo recompensa a quienes trabajan hasta matarse.” Todos deseamos balance, enfoque y dirección. No obstante con frecuencia continuamos siendo víctimas de lo urgente, experimentando el estrés de vidas sobre cargadas. En la sesión de hoy, vamos a examinar algunas de las prioridades en el corazón de Dios y cómo podemos hacerlas nuestras en la vida diaria.
Programando Tiempo con Dios
Estamos aprendiendo la importancia de vivir las prioridades bíblicas. Cuando somos intencionales al hacer esto, nuestra agenda debe empezar a reflejar el tiempo que invertimos desarrollando una relación más íntima con Dios.
Pasar tiempo a solas con Dios es una forma importante de profundizar nuestra relación con Él. Es imposible crecer si no permanecemos en Cristo y en Su Palabra. Este es un componente vital de nuestro crecimiento continuo y es el alimento que debemos recibir para caminar diariamente con Dios.
Un Tiempo A Solas con Dios
Un tiempo a solas con Dios es un tiempo personal para estar con el Señor y para alabarlo. Esto incluye una lectura pausada de la Biblia, meditación y oración para que usted disfrute a Dios y para que profundice su relación con Él. Un tiempo a solas es una comunicación recíproca en la que usted le da a Dios una oportunidad para que lo traiga más cerca de Él. Este tiempo significativo con el Señor lo ayudará a que usted también mantenga su enfoque en Él a lo largo del día. Por lo tanto esa debe ser la cita más importante de todas en su día.
“Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. ¡Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador.” (Salmos 25:4,5)
“Andar ocupado a todas horas es el enemigo de la espiritualidad. Es, en esencia, pereza. Es hacer la cosas fáciles en lugar de las difíciles. Es llenar nuestro tiempo con nuestras propias actividades en lugar de prestar atención a los intereses de Dios.”
¿Cuál debe ser nuestra motivación para pasar tiempo con el Señor?