Querido amigo (a): Dios creó al hombre para Su Gloria, pero Satanás robó a Dios toda la raza humana. Sin embargo, Dios tenía un plan para volvernos a recuperar. Lo hizo en cuatro pasos:
Dios nos dio a Cristo para vivir en nosotros. Dios verdaderamente da muchos regalos hermosos a Sus hijos, ¡pero el regalo más grande que nos dio es Cristo! Dios nos da a Cristo para que viva en nosotros.
La Biblia dice:
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! (Gálatas 4:6).
Cristo vive en el corazón de cada creyente, pero no todos los creyentes entienden quién es realmente Jesucristo. El Evangelio de Juan fue escrito especialmente para que nosotros sepamos quién es realmente Jesucristo y para que creamos en Él. En su Evangelio, Juan enfatizó dos grandes verdades:
Jesucristo es Dios.
Jesucristo es el que suple todas nuestras necesidades.
Podremos entender mejor quién es Cristo en realidad si aprendemos acerca de uno de Sus Nombres. Él es el gran “YO SOY”. El Nombre “YO SOY” es un Nombre que le pertenece sólo a Dios. Dios mismo dijo que era Su Nombre. Para poder comprender este Nombre, debemos regresar a un tiempo cuando el pueblo de Dios, los hijos de Israel, eran esclavos en Egipto.
Dios escogió a un hombre llamado Moisés para sacar a Su pueblo de Egipto y llevarlos a la tierra que Dios les había prometido.
Moisés estaba en el desierto cuidando ovejas cuando Dios se le apareció en una zarza ardiente. La zarza estaba en llamas, pero no se consumía.
Dios le habló a Moisés desde la zarza ardiente y le dijo que regresara a Egipto para librar a los hijos de Israel de la esclavitud.
Moisés tenía miedo de que las personas no creyeran que Dios lo había enviado. Él dijo: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo:
El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? (Éxodo 3:13).
Dios le dijo a Moisés que Su Nombre es “YO SOY”. Dios dijo:
…Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros (Éxodo 3:14).
Cuando Dios dijo que Su Nombre es “YO SOY”, quería decir que Él es el Dios que siempre ha sido Dios y que siempre será Dios.
Pero hay otro significado para el Nombre “YO SOY”. Realmente es una frase incompleta, algo como lo siguiente:
“YO SOY ___________”.
Era como si Dios le estuviera diciendo a Moisés: “Moisés, YO SOY el Dios todopoderoso. YO SOY el que satisfará todas tus necesidades. Necesitarás valor para hacer esta gran tarea que te he llamado para hacer; YO SOY tu valor. Necesitarás mucha sabiduría; YO SOY tu sabiduría. Necesitarás fuerzas; YO SOY tus fuerzas. Necesitarás paciencia. YO SOY tu paciencia. YO SOY todo lo que necesitas”.
Moisés creyó a Dios y confió que Dios sería todo lo que le hacía falta. ¿Cuál fue el resultado? La Biblia dice que Dios sacó a los hijos de Israel de Egipto con mano fuerte (Éxodo 13:9).
Los judíos comprendían plenamente que el Nombre “YO SOY” era sólo de Dios. Ningún profeta o rey, por grande que fuera, se atrevería a utilizar ese Nombre para sí mismo. Es un Nombre que le pertenece sólo a Dios; sin embargo, Jesús tomó ese Nombre para Sí Mismo. Una y otra vez en la Biblia, Jesús dijo que era el gran “YO SOY”. Aquí están las mismas palabras del Señor:
De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy (Juan 8:58).
Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo (Juan 8:28)
…Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis (Juan 8:24).
El Señor Jesús es el gran “YO SOY”. El es todo lo que necesitamos. El Señor Jesús dijo de Sí Mismo:
Yo soy la puerta (Juan 10:9).
Yo soy el camino (Juan 14:6).
Yo soy la verdad (Juan 14:6).
Yo soy la luz (Juan 8:12).
Yo soy la vida (Juan 14:6).
Yo soy la vid verdadera (Juan 15:1).
Yo soy el pan vivo (Juan 6:51).
Yo soy el buen Pastor (Juan 10:14).
Yo soy la resurrección (Juan 11:25).
Yo soy el Alfa y la Omega (Apocalipsis 1:8).
Cuando Jesús tomó el Nombre “YO SOY” para Sí Mismo, estaba diciendo que Él era Dios. Jesús era, es y siempre será Dios. El dijo:
Yo y el Padre uno somos (Juan 10:30)
…El que me ha visto a mí, ha visto al Padre (Juan 14:9).
Dios satisface todas nuestras necesidades al darnos a Cristo.
Si me pidieran que hiciera una lista de todas las cosas que necesito para vivir una vida que agrada a Dios aquí en la tierra, mi lista quizá sería parecida a esta:
Necesito sabiduría.
Necesito amor.
Necesito paz.
Necesito gozo.
Necesito fuerzas.
Necesito paciencia.
Necesito satisfacción.
Necesito poder.
En realidad mi lista tendría muchas cosas más. Ni siquiera sé todo lo que podría necesitar, pero Dios conoce todas mis necesidades, incluso las que yo no he pensado.
¿Cómo satisface Dios todas mis necesidades?
Satisface mis necesidades al darme a Cristo para que viva en mí. Recibimos todo de Dios a través de Cristo. La Biblia dice:
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3).
Cristo es mi sabiduría.
Cuando necesito sabiduría, debo acudir a Él. Él vive en mí y sabe exactamente qué debo hacer. La Biblia dice:
En quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento (Colosenses 2:3).
Cristo es mi amor.
El amor es una Persona — ¡Jesucristo! Cristo es el que ama a todas las personas. Él vive en mí ahora y Su amor fluye a través de mí.
Cristo es mi paz.
La Biblia dice que Cristo es nuestra paz. Antes de que dejara el mundo, Cristo les dijo a Sus discípulos:
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo (Juan 14:27).
Cristo es mi gozo.
La Biblia dice: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4). No siempre podemos regocijarnos en nuestras circunstancias, pero siempre podemos regocijarnos en el Señor.
Cristo es mi fuerza.
David dijo: Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quién he de atemorizarme? (Salmo 27:1b). El Cristo que vive en mí es Dios. Él tiene todo poder en el cielo y en la tierra. El apóstol Pablo dijo: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).
Cristo es mi paciencia.
Yo mismo no tengo mucha paciencia con otras personas, pero Cristo ha venido a vivir en mí, y El es mi paciencia.
Cristo es mi satisfacción.
Cristo dijo: Yo soy el pan vivo que descendió del cielo (Juan 6:51). El pan representa lo que nos satisface y nos sustenta. Cristo es nuestro pan vivo — El que nos satisface y sostiene perfectamente.
Cristo es mi poder.
La Biblia dice que Cristo es el “poder de Dios”. Piensa en Cristo a la mano derecha de Dios con todo el poder de Dios. Estamos unidos con Cristo por el Espíritu Santo. Cristo nos suple el poder que necesitamos para soportar el sufrimiento y las dificultades que tenemos aquí.
Dios nos ha dado a Cristo para ser cualquier cosa que necesitamos. Si yo necesito paciencia, puedo decir: “Señor Jesús, por favor sé mi paciencia”. Si necesito amor, puedo decir: “Señor Jesús, por favor dame amor”. Si tengo problemas con controlar mi ira, puedo decir: “Señor Jesús, por favor toma el control”. Tengo el privilegio de vivir cada minuto con Cristo como mi mejor amigo, mi “todo en todo”.
Conforme vaya creyendo que todo lo que está en Cristo es mío, el Espíritu Santo hará que sea verdaderamente mío.
Conoce la verdad.
La verdad es que Jesucristo, el Hijo de Dios ahora vive en mí a través de Su Espíritu. Tengo en Él todo lo que necesito para vivir por Él aquí. El apóstol Pedro dijo:
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder (2 Pedro 1:3).
Reclama la verdad.
No sólo debo conocer la verdad, sino que debo reclamarla para mí mismo y tomarla personalmente. No es sólo que “Cristo vive en el corazón de los creyentes”, sino que “¡Cristo vive en MI!”
No es sólo que “Cristo ama a los creyentes”, sino que “¡Cristo me ama a MÍ!” Puedo decir junto con el apóstol Pablo que Cristo me amó y se entregó a Sí Mismo por mí.
Vive la verdad.
Cristo es mi mejor Amigo. Él es Dios y vive en mí. Puedo contar con Él y pedirle a Él cualquier cosa que necesito.
La Verdad de Dios
Jesucristo es Dios. Él es el que creó el universo. Es una Persona grande y maravillosa y vive en mí ahora mismo.
Satanás dice: “¡No puedes lograr vivir la vida cristiana!” Yo digo: “Señor Jesús, Tú eres Dios y vives en mí. Tú puedes resolver cualquier cosa que me ocurra hoy. Cuento contigo”.
Yo Creo
“¡Señor Jesús, yo creo que Tú de verdad eres el regalo más grande de Dios para mí! A través de Ti tengo todo lo que necesito para vivir para Ti aquí. Confío en Ti para que Tú vivas Tu vida a través de mí”.