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Descubre que Naciste para ser un Conquistador

Jueces 1:11-15 
 
La claridad de mi sueño hace que mi potencial salga a la luz.

Cuando sabes qué conquistar, qué lograr, cuál es tu monte al que estás llamado, hay un monte que tiene tu nombre y está esperando que te levantes, que te pongas la armadura y vayas a conquistarlo.

Cuando sepas cuál es tu monte, cuál tu sueño, cuál tu meta, tu visión, a qué Dios te llamó, cuál el propósito por el que vives, qué cosas tienes que lograr antes de morir; entonces, cuando lo tengas claro, sabrás para qué vives, tendrá sentido levantarse cada mañana y abrir los ojos y caminar en victoria cada tarde y cada noche. 

Otoniel representa a la gente que sabe que tiene un sueño que conquistar. 

El sueño que Dios puso en tu corazón, lo puso el día de tu nacimiento. Fueron dados en el nacimiento, el gran problema es que lo descubrimos mucho más tarde. Decimos que Abraham es el padre de la fe, pero en realidad fue un cabezón, porque a los setenta y cinco años descubrió para qué Dios lo llamó. El sueño de salir de su tierra para fundar una nación fue dado desde su nacimiento.

El gran problema que tenemos es que se nos han ido diez, veinte, treinta, cuarenta, sesenta años y recién hemos descubierto el propósito o el sueño de Dios para nosotros. Pero levantaremos una generación que desde bien pequeños sabrán que Dios puso un sueño desde su nacimiento, que Dios eligió el vientre de nacimiento, que no vinimos por voluntad de varón o mujer sino por voluntad de
Dios con un sueño grande, poderoso y ungido para cumplir en la tierra.

Sólo dirige tus pasos hacia el sueño de Dios y tendrás sentido en tu vida. 

Cuando hay un propósito grande de parte de Dios y logras darte cuenta a tiempo, y corremos detrás de ese sueño somos la gente más felices del mundo. La gente te mirará y te admirarán grandemente. Dirán: “Ahí… la gente más maravillosa, que saben que Dios es el Creador de los cielos y de la tierra, y que les puso un sueño en su corazón” y con el sueño vendrá la provisión que bendecirá a miles. Vienen días donde los que admirábamos, nos admirarán como hijos de Dios. 

1- El propósito nunca se pierde aunque los planes cambien. 

El Propósito es tu sueño, y para eso Dios te dará un plan, que en la Biblia se llama diseño de oro, diseño divino. Un plan, una estrategia para llegar a tu sueño.

El problema es que hay gente desanimada porque confunde propósito con plan. Propósito es tu sueño y plan es cómo lo vas a alcanzar. El diablo te quema el plan, lo rompe para que creas que sin plan no alcanzarás el propósito, y es el engaño más grande que hace.

Por ejemplo Dios te dice: “Te voy a prosperar”, y te echan del trabajo, entonces confundiste trabajo –que es parte del plan- con tu sueño de ser prosperado, y dices que perdiste el sueño porque perdiste el trabajo. Si mantienes tus ojos en el propósito, no importa que los planes fallen, Dios siempre tiene un plan nuevo.  

Por ejemplo: Israel tenía que llegar a la Tierra Prometida pero se quedaron en el desierto quejándose, y Dios dijo: “El plan me falló, pero el propósito no va a fallar, voy a levantar un plan “B”, voy a levantar a Josué y a Caleb y ellos entrarán a la tierra”.

No importa lo que te ha pasado, si el diablo te anuló el plan “A”, si te echaron del trabajo, si te enfermaste, parecería que ahora que el plan se acabó, no vas a alcanzar tu propósito, pero tengo una buena noticia: “Aunque los planes se frustran, el propósito lo vamos a alcanzar en el nombre del Señor”.

Sansón fue creado para matar filisteos, pero entregó el secreto de la unción a Dalila que lo durmió en la falda, le cortó el cabello, no tenía fuerzas ya porque el pacto de la unción le había sido quitado. Le sacaron los ojos y lo pusieron como un burro en el molino, ya no tenía fuerza, ni visión, había sido encadenado como un burro de carga siendo el payaso de los filisteos. Pero a medida que pasaban los días empezó a crecerle el cabello. 

No importa lo que el diablo te destruyó; las fuerzas de Dios volverán a crecer,  está naciendo un fuego que irá creciendo, hoy parece que es poco y aunque estás dando vueltas perdido, hay algo de Dios que va a crecer. Un día Sansón se tocó el pelo y dijo: “Algo nuevo creció en mi vida”, y terminó haciendo el sueño que Dios le dio. Porque el diablo podrá matarte los planes pero Dios te dará siempre un plan nuevo para que alcances tu destino.

¿Te abandonaron? Que Dios lo bendiga, Dios me va a dar el plan “B” y será mejor, y Dios te dará un plan que te funcionará ministerialmente, espiritualmente, económicamente, todo lo que hagamos nos saldrá bien. Llegaremos a un nivel de unción que el Salmo

1 se hará una realidad, no seremos un grupo de personas gritando en cuatro paredes sino seremos un árbol firme inquebrantable, plantado a las corrientes de las aguas de Dios y todo lo que toquemos, lo que hagamos y digamos, prosperará, y faraón nos abrirá sus puertas y nos dirá que nos estaba esperando para bendecirnos. 

2- Mi Gozo liberará mi potencial de Conquistador 

El gozo previene más de cien enfermedades, activa la creatividad, previene infartos, fortalece el sistema inmunológico, da mayor inmunoglobulina A, vence el stress, mejora la respiración, es contagioso, es gratis, se estira la piel. Dios va a restaurar el gozo
porque está restaurando nuestra estima. 

La tierra dará fruto a los hijos de Dios que la pisaremos con autoridad porque fuimos comprados con la sangre de Cristo, nuestro nombre está en el libro de la vida y el espíritu de vida nos acompaña siempre.

Hay gente que dice: “Sé que Dios me va a prosperar”, pero por dentro todavía tienen la imagen de la duda  “Yo sé que Dios me
va a bendecir”, pero por dentro se ven como poca cosa. 

Cuando Pedro entra en la cárcel Dios manda un ángel y cuando le saca las cadenas Pedro sale de la puerta y estaba la puerta de la ciudad abierta, la puerta de la cárcel abierta y va a la casa de Marcos donde estaban orando, y cuando llega llama a la puerta pero no abren. 

En ese relato hay tres puertas: 

La puerta de hierro, la puerta de la ciudad que ya está abierta por el Señor, la gente ya está lista para entregarse.
La puerta de la cárcel, la abrió el Señor, porque la puerta de lo que te aprisionaba, de los imposibles ya está abierta.
La tercera puerta es la puerta de la iglesia, Dios no la pudo abrir en el relato. Atendió una chica y preguntó quién era y al responderle que era Pedro le dijo que se fuera que estaban orando pues no le creyó. 

Dios ha abierto la puerta de la ciudad, de la cárcel, pero falta que abras la puerta de la iglesia, que tu corazón se abra para recibir. 

Delante de tus ojos está golpeando lo que oraste durante toda la vida, tu Pedro ya está parado esperando que abras tu corazón y digas: “Por esto oraba, te recibo en el nombre del Señor”.

Tu prosperidad ya está parada delante de tus ojos, tu sanidad, tu unción, tus milagros, tu gloria, tus dones ya están parados. Hay que dejar de jugar a la reunión de oración, hay que decir: “Voy a tomar lo que tengo y me voy a extender orando estratégicamente pero voy a tomar lo que siempre le pedí a Dios porque Dios va a acelerar los tiempos y el espíritu devorador que retuvo las cosas que le pedimos a Dios, el espíritu de Persia será roto y veremos en días los que esperamos años, en horas lo que esperamos meses, y en segundos lo que
esperamos entre meses”. 

Creo con todo mi corazón: 

Creo que viene un avivamiento en las ciudades, pasaremos de ser iglesias inoperantes, inexistentes a impactar masivamente las ciudades con el poder del evangelio.

Creo que todo lo que no está fundamentado en revelación se caerá, o sea todo lo que es religión y legalismo se está pudriendo y secando y todo lo que es revelación fresca, maná, palabra y unción nuevas se están levantando. Dios nos dará las mejores revelaciones del cielo, de la tierra y aun de debajo de la tierra.

Creo que viene para el futuro que ya está, una limpieza en el liderazgo. Dios levantará líderes con corazón de padre y de madre que enseñarán la palabra y los formarán hasta que la gloria se desate. Viene un liderazgo nuevo a la iglesia del Señor y los que vivieron liderando las organizaciones quedarán encerrados allí. Dios levantará gente de la nada que caerá bajo la gloria del Señor y hará lo que nunca se hizo.

Creo que vienen finanzas a la iglesia. Vienen días donde Dios levantará iglesias prósperas, los mejores empresarios estarán en la iglesia, los mejores comerciantes, las mejores profesionales, los presidentes. 

3- Ser un sembrador libera mi potencial 

La ley más poderosa para liberar el potencial es dando, sembrando. Siempre el que retiene, cuando posees te posee pero cuando lo das posees la cosecha. Siempre el que siembra cosecha al 30, al 60 y al 100 por uno, el gran problema es que cuando tenemos escasez retenemos y ahí se corta el ciclo de bendición, pero cuando uno entra en el circuito de la unción empieza a dar, a sembrar.

Tienes muchas semillas para sembrar, puedes abrazar a alguien, saludarlo, darle una oración, sembrarle una palabra, una ropa, ¡tantas cosas! 

El Salmo 126 dice: “Irán dando y llorando el que lleva la preciosa semilla más volverá trayendo cosecha”.

¿Por qué andando y llorando el que tiene la preciosa semilla? La preciosa semilla era el último saco de semilla que le quedaba por eso llora, porque es la última moneda, el último sándwich, el último sandwich, porque no tiene más nada y lo está sembrando. Pero dice que el que empieza a sembrar volverá, “si pasé por la muerte; por la enfermedad; es verdad, no tuve nada, el diablo casi me mata pero aquí estoy nuevamente porque alguien me dijo “volverás”.

Otoniel tenía que tomar Quiriat Sefer. Esta palabra quiere decir felicidad, tranquilidad, placer. La felicidad es un monte que hay que conquistar, nunca esperes sentado que felicidad venga a tu vida, tienes que salir a tomarla a conquistarla, felicidad está en el mismo lugar que la dejaste siempre y está esperando que alguien salga a conquistarla. Hay un Caleb cerca de ti que te desafiará y mostrará que hay un monte de gozo, de sueño y de alegría que todavía no conquistaste.

Otoniel fue un conquistador porque estaba cerca de Caleb, que era un ADN ciento por ciento conquistador, ciento por ciento pureza, a esa gente te tienes que pegar porque aunque te hablen duro y a veces te reten, esa gente te dirá que lo hace porque te ama, porque corrige al sabio y te amará y te corrijo porque eres sabio. Hay un monte más grande que la casa que estás ahora, un coche más grande, salud más grande, ministerio más grande, ahí está tu destino. 

Y Caleb le dijo: “Al que lo tome, al que lo conquiste le daré mi hija por herencia”. Acsa quiere decir gracia porque solamente los que conquistan se casan con la gracia de Dios. La gracia es el favor de Dios que adorna y da como un perfume, un imán gigante que atrae a la mejor gente.

Cuando Dios te rodea con gracia te empieza a abrir todas las puertas

Y hay un momento en que te dice: “Está todo a tu disposición; solamente pecado y desobediencia, orgullo, engaño, adulterio, mentira, robo, puede frenar lo que yo abrí en tu vida, pero si caminas en santidad nada te podrá hacer frente”.

Otoniel quiere decir “Dios es mi fuerza”, y cuando estés mal dí “soy Otoniel en el mundo espiritual” Dios es mi fuerza para conquistar, para avanzar. 

Y Dios te pondrá un Caleb que te va a mostrar los montes que todavía no viste que te están esperando y cuando los tomes Dios te dirá te entrego mi gracia. Acsa –gracia- fue al padre y le pidió las tierras (tierra es prosperidad). A los conquistadores Dios los casa con gracia y le da tierra, abundancia y prosperidad. 

Sube al monte de la felicidad. En el Antiguo Testamento se llamaba Quiriat Sefer, ahora se llama Jesús, Él es nuestro monte, hacia Él vamos, a Él queremos conquistar, donde está Él queremos estar, queremos llegar hasta la cima, hasta ser como Él y lo vamos a lograr porque el Espíritu de Dios nos acompaña en esta travesía. 

Seremos la gente más feliz de la tierra porque la Gloria del Padre está con nosotros. 

A Moisés lo guiaba la nube, cuando se movía Moisés se movía, cuando la nube se paraba, Moisés se paraba. Cuando Moisés murió Dios le dijo a Josué como estuve con Josué estaré contigo, y Josué miraba la nube y no se movía, pero escuchó que Dios le dijo: “Como estuve con Moisés estaré contigo, todo lo que pises te lo daré, esfuérzate y sé valiente y estaré contigo donde quiera que vayas”.

Moisés seguía a la nube, pero a Josué lo seguía Dios. Josué caminaba y la Presencia de Dios le acompañaba.

Vienen días que no seguiremos a la nube sino donde vayamos la gloria nos va a acompañar.

La gloria está con nosotros todos los días de nuestra vida. 

​Échate en el río y nada; porque vienen días donde Dios nos va a llevar a lo profundo de Él, donde Dios nos va a sumergir y nos está preparando para estar en lo hondo de Dios.